20/3/13

El cofre del muerto: Los guiones perdidos de Alien 3



Todos recuerdan a Alien 3 como una de las entregas más flojas de la saga, esa en la que Ripley termina rapada peleando junto a los prisioneros de una colonia penal contra el alien de turno. Pero créanme cuando les digo que podría haber sido peor, mucho peor.  Tal vez estemos ante una de las películas con más problemas de producción de toda la historia, y eso se refleja en la cantidad de guiones presentados y que acabaron en el cesto de la basura. Sobre el contenido de esos guiones hablaremos aquí.

Luego del éxito de Aliens el regreso, la Twentieh Century Fox quería una continuación. Pero las ideas primarias de los involucrados en las partes anteriores no convencían. Finalmente decidieron que debían filmar dos películas relacionadas entre sí, teniendo la primera un presupuesto de 40 millones de dólares y fecha de estreno pautado para marzo de 1990. La trama estaría ambientada en una Tierra dividida en dos bloques: uno socialista y otro capitalista que se enfrentaban entre sí usando a los Aliens como armas biológicas. El primer film tendría como protagonista a Hicks a bordo de una estación espacial militar. En la segunda Ripley se enfrentaría a aliens producidos por el bloque socialista, en la Tierra.

Para la escritura del guión decidieron acudir al escritor de ciencia ficción William Gibson, reconocido por su novela Neuromante, fundadora  del subgénero cyberpunk. David Giler y Walter Hill, dos de los tres integrantes de la productora Brandywine, le entregaron un borrador en el que la compañía se enfrentaba a una cultura de tintes comunistas, aislada de la Tierra. Gibson, tentado por el sueldo que le ofrecían, escribió dos borradores, y al día siguiente de entregarlos se desató una huelga de guionistas que mantuvo a la industria paralizada durante seis meses. Pasado ese período le pidieron una reescritura, pero al no llegar a un acuerdo creativo tomó el dinero, los saludó amablemente y abandonó el proyecto.

 William Gibson

 
En este guión la Sulaco es interceptada en su viaje a la Tierra por una nave militar de la Unión de Pueblos Progresistas (UPP). Un alien parásito salta de las entrañas de Bishop y ataca a los soldados, pero logran matarlo y lo llevan a su base, la Rodina, junto al androide. Mantienen la operación en secreto y dejan que la Sulaco siga su rumbo, hasta que es interceptada por los hombres de la compañía y atraca en una base espacial, la Anchorpoint, donde se está construyendo un centro comercial. En la Sulaco descubren dos aliens que terminan abatidos. Como resultado de la pelea Ripley entra en estado de coma, pero Hicks y Newt salen ilesos. La niña sigue su camino hacia la Tierra en la Sulaco, pero Hicks se queda en la estación.

Mientras tanto, en la base espacial Rodina, los socialistas encuentran esporas en el cuerpo de Bishop, y gracias a su banco de memoria, descubren que pertenecen a la raza de los aliens. Inmediatamente deciden utilizarlas en su división de bioarmas.

 El destino de Ripley: pasarse gran parte de su vida durmiendo

Lo mismo ocurre en la estación propiedad de la Weyland Yutani. La UPP, como señal de buena voluntad, les devuelve un Bishop reparado, y junto a Hicks intentan destruir los laboratorios donde se realizan los experimentos con los aliens. El ataque sale mal y esporas de aliens son liberadas por los ductos de ventilación.

En la Rodina pasa algo peor ya que la base está siendo atacada por las criaturas en su fase adulta.

Hicks y Bishops son capturados e informados que en la Sulaco hay muestras alienígenas rumbo a la Tierra. En eso una de las mujeres representantes de la compañía estalla, liberando a un alien adulto. En otros sectores se suceden eventos similares. Hicks decide hacer estallar la base e interceptar la Sulaco antes de que arribe al planeta con su mortífera carga. 

De haberse concretado el guión de Gibson 
nos hubiésemos evitado esta desagradable imagen

Al no conseguir una nave en la cual escapar decide destruir la Anchorpoint con él abordo, pero antes lanza a la comatosa Ripley en una cápsula de salvamento hacia el espacio. Cuando está a punto de sucumbir ante una horda de alienígenas enfurecidos son salvados por una nave procedente de la Rodina. Al abordarla se enteran que la base espacial socialista fue destruída y los tripulantes de esta nave son los últimos sobrevivientes. La Anchorpoint estalla y Bishop brinda sus últimas palabras a favor de la unión de los pueblos contra un enemigo común. Continuará.

El guión se centraba sobre todo en los enfrentamientos descriptos en esta última parte. En general estaba mal escrito, con varios agujeros argumentales, y abundando en descripciones que delataban el oficio de novelista de su autor. Por otro lado incorporaba interesantes escenas de acción en variados escenarios del shopping espacial, e introducía la idea de las esporas. Pero a los productores no les convenció, Gibson huyó, y junto al director designado para el proyecto, el finlandés Renny Harlin, decidieron convocar a otro guionista, Eric Red, el responsable de The Hitcher (1986) y Near Dark (1987). Corría el otoño de 1988 y los plazos se acababan. Lo que sucedió a continuación lo revelaré en la siguiente parte. 

Esto recién empezaba.


1 comentario:

Ingeniero chofer de Taxi dijo...

muy buena data, me sorprendió