18/2/09

5 de: Sirenas

A veces dulces, otras mortales. Las mujeres con cola de pez cautivan aún hoy en día al ser humano, en gran medida gracias a la carga de erotismo manifiesta en su deslumbrante apariencia. Ya hablaré extensamente acerca de estos fabulosos seres, originarios de la mitología griega y cuya forma original combinaba el cuerpo de una mujer con el de un ave. Hoy sólo mencionaré cinco ejemplos de su uso en el séptimo arte.

Splash (1984): Clásica comedia de los ochentas con un joven Tom Hanks y la olvidada Daryl Hannah. De niño, Allen cae de un barco y una sirena lo salva. Muchos años después ella lo buscará en pleno NY, aprovechando que su cola se transforma en piernas cuando se seca. El amor nace entre ambos pero la relación no será sencilla. Sobre todo porque él desconoce que está tratando con una criatura mitológica, y porque su secreto se ve amenazado culpa de un científico que intentará capturarla a lo largo de toda la película. Romántica, llena de situaciones simples y predecibles, pero muy bien llevada. Hay que verla, aunque sólo sea por su valor nostálgico.


Mi amiga la sirena (Aquamarine, 2006): Insufrible película sobre dos amigas que, tras una feroz tormenta nocturna, descubren una sirena habitando en una piscina. Que también es adolescente, con las hormonas a flor de piel, y que intentará conocer lo que es el amor conquistando al musculitos de turno: un guardavidas al que las dos amigas también le tienen ganas y que las llevará a boicotear los planes de la recién llegada. Como en Splash, a la criatura le crecen piernas cuando se le seca la cola. Sólo para jovencitas que vivan pendientes de su celular nuevo y la continuación de Casi Ángeles.



Domador de Sirenas (Mr. Peabody And The Mermaid, 1948): Un cincuentón se topa con una sirena durante sus vacaciones por el Caribe. Cautivado por su belleza, se enamora perdidamente de ella, y no tiene mejor idea que raptarla y mantenerla oculta en la piscina de su casa. La obsesión por el olor a pescado lo sumergirá en una espiral de locura, descuidando sus relaciones sociales, su familia, e incluso poniendo en riesgo su propia vida. No puedo emitir opinión sobre esta peli pues aún está entre las cosas por ver durante el 2009.


La Dama en el Agua (Lady In the Water, 2006): Aunque no es exactamente una sirena (hablamos en este caso de una ninfa), califica por ser una criatura que vive en las profundidades marinas. Esta película del irregular Night Shyamalan nos adentra en la intimidad de un complejo habitacional, donde la dama del título debe regresar a su mundo antes de convertirse en la comida de unos perros de pasto. Unos mortales perros de pasto. Liderados por el conserje del lugar, los vecinos emprenderán una cruzada metafísica que rozará continuamente el ridículo, y que dejará a más de un espectador desconcertado.


Sirena Salvaje (She Creature, 2001): Y dejé para el final la recomendación de la casa. A principios del siglo XX, el dueño de un circo de falsos fenómenos descubre en un castillo europeo una auténtica sirena en cautiverio. Tras matar a su captor cargan al escamoso ser en un barco y zarpan rumbo a América, donde piensan hacerse ricos exhibiéndola por todo el país. Pero el viaje se convertirá en una pesadilla ya que la criatura es tan bella como mortal, y destripará a los tripulantes al tiempo que seducirá a la única mujer de a bordo con fines poco claros. Terror y erotismo en una joya del género, concebida como el primer capítulo de una serie de tv titulada The Mermaid Chronicles, y que lamentablemente nunca se continuó.




Películas tramposas:
Los siguientes son filmes que usan en vano el término “sirenas”, y que me veo en la obligación de desenmascarar ya que poco tienen que ver con las criaturas acuáticas.

Escuela de Sirenas (Bathing Beauty, 1944): la historia de una nadadora interpretada por Esther Williams en tono de comedia musical.

Sirenas (Sirens, 1994): Con Hugh Grant, Sam Neill y Elle Macpherson,. A principios de los años treinta, un pastor deberá disuadir a un pintor para que abandone su arte cargado de desnudos e irreverencias religiosas.

Tarzán y las Sirenas (Tarzan and the Mermaids, 1948): una del hombre mono interpretado por Johnny Weissmuller (otro actor que terminó loco, gritando como su personaje luego de sufrir un derrame cerebral). Las sirenas acá son simples nativas de una isla dominada por un sacerdote inescrupuloso. Muy bella la protagonista, parecidísima a la modelo devenida en defensora ecologista Evangelina Carrozo.

Mi Madre es una Sirena (Mermaids, 1990): Protagonizada por Cher y Winona “se confunde oficial, estaba preparando un personaje” Ryder. La cleptómana interpreta a una adolescente torturada que se debate entre el amor por un conserje y el deseo de abrazar los hábitos. Además debe convivir con una madre especialista en escándalos y una hermana que desea convertirse en una eximia nadadora.

2 comentarios:

rvs dijo...

Don Neurona: usted es una enciclopedia viviente, en el mejor de los sentidos. Gracias por los datos.
Robertovs

Klaatu3000 dijo...

Jaja, gracias a usted por seguir leyendo este blog. Para más adelante dejé 5 películas de sirenas que, por lo que leí, traspasan el límite de lo bizarro y las buenas costumbres.

Espero conseguirlas para comentarlas.